Gracia y paz en Cristo, nuestro Salvador. ¡Bienvenidos y Bienvenidas a nuestra Catedral de San Juan Bautista! Como Obispo de la Diócesis de Puerto Rico y a nombre de nuestro Deán y Cabildo, les acogemos en esta su casa. La Catedral es el templo principal de toda la Diócesis, pues en ella se asienta la Cátedra del Obispo, desde donde éste ejerce su ministerio de enseñar, santificar y administrar la Diócesis, además de servir al Pueblo de Dios como su Pastor. Tenemos un templo casi centenario y muy hermoso, recientemente restaurado gracias al esfuerzo de mi predecesor, el Rvdmo. Wilfrido Ramos Orench, del Muy Rvdo. Dr. Mario H. Rodríguez, Deán de la Catedral, y un excelente equipo. Estoy seguro de que Dios ha bendecido este esfuerzo.
Como su Obispo deseo destacar la Catedral como centro litúrgico y espiritual de nuestra Diócesis. Será escenario de encuentros espirituales, jornadas pastorales, ordenaciones, conferencias y actividades de interés cultural que inviten a una vida de la Iglesia activa en nuestra Diócesis. El tercer domingo de cada mes estaré presente en Catedral para presidir la Santa Eucaristía en un solo servicio bilingüe que nos permita celebrar la diversidad como don de Dios. Invitaremos cada mes a una feligresía que visite la Catedral y escucharemos la predicación de sus clérigos. De esta manera iremos fortaleciendo nuestro espíritu Diocesano en torno a la misma.
La Catedral tendrá además una dimensión misionera: con nuestra presencia y trabajo apostólico debemos hacernos presentes en la Comunidad de Santurce. Nuestras parroquias y Colegio serán un instrumento privilegiado para hacerlo. Aspiramos además organizar una capilla adscrita a la Catedral en el Viejo San Juan para atender el ministerio del turismo, oficinas de gobierno y residentes de la zona.
Nuestra Catedral entrará activamente en el trabajo para que el Movimiento de Jesús sea una realidad. ¡Toquemos las vidas de la gente y compartamos la experiencia de Cristo! Aquí en la Catedral, la Casa de Dios y también tu casa, te esperamos para vivir con intensidad la vida de la Iglesia conociendo y compartiendo como discípulos y discípulas de Jesús.